Consejos para dejar de procrastinar y empezar a escribir ese libro
Ningún escritor y prácticamente ninguna persona puede escapar de la procrastinación. De hecho, probablemente estés leyendo este artículo porque ahora mismo estás procrastinando. Está bien. No juzgamos. Ahora bien, a continuación te vamos a hacer una lista con todas las cosas que, desde Bookmundo, creemos pueden ayudarte a amortiguar ese impulso que tienes de aplazarlo todo. Y después volverás a tu tarea de escritura. No más desvíos, no más artículos acerca de cómo dejar de procrastinar.
¡Empecemos! Pocas actividades se asocian tanto con la procrastinación como escribir. Ya sea escribir un informe para el trabajo, para la universidad, escribir ese whatsapp a ese amigo con el que llevas meses sin hablar, o simplemente escribir ese libro que llevas queriendo escribir por mucho tiempo. Nuestros cerebros no parecen ir a la par con nuestras ambiciones cuando se trata de escribir. Sin mencionar que el acto de escribir implica exponer todos tus pensamientos frente a extraños, lo que puede ser una perspectiva bastante intimidante para mucha gente. Escribir puede ser aterrador, y por ello evitamos hacerlo. Como tal, hemos pensado que sería útil compartir algunos consejos sobre cómo superar este impulso y posponer tu sesión de procrastinación para otro día.
Sal a tomar el aire
Si la situación lo permite, esta es nuestra primera recomendación. Si te encuentras frente a una página en blanco, ya sea con la cabeza llena de ideas o completamente desprovista de ellas, ve a dar un paseo. Tu cerebro es como uno de esos barcos a motor que arrancan tirando de una cuerda: un poco de movimiento puede poner en marcha toda la maquinaria. No nos preguntes como, la neurociencia no es nuestro punto fuerte. Sin embargo, ya sea el cambio de aires, o simplemente el acto de caminar, pueden hacerte dejar de procrastinar. Aunque probablemente estés pensando que ir a dar un paseo cuando deberías estar escribiendo es en sí una forma de procrastinar, tenemos que decir que no se puede hacer una tortilla sin romper algunos huevos.
Establece objetivos a corto plazo
»Piano piano si va lontano (»andando despacio llegarás lejos»), Roma no se construyó en un día, el camino más largo comienza con un paso etc. Todos estos refranes están sobre utilizados por una razón. Muchas veces, lo que te hace procrastinar es pensar en la gran cantidad de tareas que tienes por delante. La clave está en dividir esa gigantesca tarea en pequeños esfuerzos.
Dependiendo de lo avanzado que vayas, puede que quieras fijarte el objetivo de escribir un capítulo a la semana, o quizás un cierto número de páginas al día. Todo depende de ti, y en este ámbito no existe tal cosa como demasiado o demasiado poco. Se trata de encontrar un hábito que complemente tu estilo de vida y motivación.
Los objetivos a corto plazo resultan ser un gran paso hacia el siguiente punto. Una vez que hayas cumplido esas metas a corto plazo es momento de:
Recompénsate
La mayoría de nosotros probablemente ya lo hacemos. Nos permitimos comer ciertos alimentos después de una larga caminata o sesión en el gimnasio, un vaso de vino después del trabajo etc. ¿Por qué no introducir pues, un sistema de recompensa similar para cuando termines de escribir? Como bien sabes, al igual que el ejercicio y la gimnasia, se trata de una actividad que requiere disciplina y dedicación, así que no hay razón para no imponer las mismas reglas.
Di no a las distracciones
El tiempo que podríamos pasar sentados bebiendo un café en el bar de la esquina martilleando las teclas del portátil sin parar puede estar sujeto a innumerables distracciones. Se espera que estemos localizables 24 al día, 7 días a la semana. Pero, ¿cuántas veces nos contactan para algo realmente urgente? Piensa en tu concentración como un cubo lleno de agua. Piensa en tu concentración como si fuera un cubo de agua. Cada dispositivo electrónico es un pequeño agujero en ese cubo. Tu móvil, las redes sociales, incluso tu conexión a internet (esto ya depende más de tu disciplina) están agotando lenta pero constantemente ese cubo de concentración. Así que, para dejar de procrastinar, tienes que tapar todos esos agujeros. Desenchufa el router.
¡Pero necesito internet para encontrar inspiración para mi libro! podrás pensar. Bueno, en tal caso, sugerimos que dividas la escritura y la investigación en dos partes. Investiga un día, y el siguiente te lo puedes pasar escribiendo con base en dicha investigación (¡offline!). Aunque sientas la necesidad de comprobar algo desesperadamente, no hay prisa. Pon una marca en aquello que necesites comprobar y vuelve a ello más tarde. Después de todo:
Recuerda que la perfección no existe
Si te tomas en serio tu libro, entonces probablemente pasarás tanto tiempo (o incluso más) editando tu manuscrito como lo has pasado escribiendo. Así que si el medio a estropearlo es lo que te hace procrastinar, no te preocupes. Para eso está la edición.
En otras palabras, tu primer borrador no es de ninguna manera el final, así que no hay necesidad de aplazarlo por miedo a no hacerlo lo suficientemente bien. A medida que vas escribiendo, te encontrarás con nuevas ideas que te harán cambiar lo que escribiste anteriormente y, por tanto, después de un tiempo, te encontrarás con un manuscrito del que estarás totalmente orgulloso. La mayor parte de las veces el primer borrador de cualquier cosa va a dejar algo que desear en términos de calidad. Aprende a aceptar que la reescritura no es algo malo y que a diferencia de las palabras dichas en voz alta, que no se pueden corregir, la escritura sí.
¡Imagínate a ti mismo escribiendo ese libro!
Este es un truco que funciona. Párate un minuto a pensar en lo satisfecho que te sentirías si estuvieras sentado escribiendo ahora mismo. Este secreto vale para cualquier situación, pero especialmente para dejar de procrastinar. Imagínate a ti mismo haciendo esa cosa que estás evitando a toda costa, y por un momento te darás cuenta de que en realidad sí que tienes ganas de hacerlo y te sentirás genial.
Esperamos que os hayan gustado nuestros consejos para dejar de procrastinar de una vez por todas. Como bien sabes, escribir es fundamental si quieres convertirte en escritor algún día o si ya lo eres. Cuando hayas dejado de procrastinar y escribas ese libro, en Bookmundo te ofrecemos una oportunidad única para autopublicarlo e imprimirlo bajo demanda.
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